La solicitud del referendo revocatorio para el Presidente de la República, puede derivar en la salida de Maduro y la celebración de elecciones presidenciales, pero también puede desembocar en la ascensión de un vicepresidente sorpresa, designado por el recién revocado para culminar su mandato.
Tanto factores de la oposición como las facciones que giran en torno al Poder Ejecutivo saben que el tiempo es un elemento clave para el revocatorio: el 10 de enero de 2017 es el punto de inflexión en el cual se bifurcan los escenarios de índole electoral. Antes de esa fecha, la oposición tiene la posibilidad de convocar a elecciones y asumir la conducción política del país; luego de ese día el protagonismo lo cobra el vicepresidente, que no tendría que ser necesariamente el actual, sino otro designado por el mandatario recién revocado para culminar su período.
Escenario 1:
¿Qué pasa si la MUD logra realizar el revocatorio antes del 10 de enero de 2017? Por más improbable que luzca, la MUD sí tiene chance de lograr que el revocatorio se realice en los plazos previstos, y conseguir un cambio de Gobierno y no únicamente un cambio de presidente, según asegura Oswaldo Ramírez, consultor político y director de ORC Consultores. De acuerdo con Ramírez, las fechas más probables para la realización del referendo revocatorio son el 18 de diciembre de 2016 y el 08 de enero de 2017, asumiendo que el CNE agotara todos los días que dispone el reglamento actual para cada fase del proceso.
No obstante, las dudas no giran únicamente en torno a las demoras del CNE, sino a un factor de índole económico. El CNE se enfrenta en 2016 a la realización de cinco procesos electorales: las primarias de la MUD para las elecciones regionales de gobernadores; la legitimación ordenada por el Tribunal Supremo de Justicia de todos los partidos políticos, con excepción de la MUD y el PSUV; la elección de gobernadores; la eventual consulta en torno a la enmienda Constitucional; y finalmente, el referendo revocatorio.
“El único proceso que se encuentra en el Plan Operativo Anual del CNE es la primaria de la MUD, de resto, el ente no cuenta con recursos. La asignación de los mismos debe pasar por la Asamblea Nacional y por una certificación de ingresos en el Tesoro Nacional; puede darse el caso de que no haya recursos disponibles para todos los procesos”, argumenta Ramírez.
Revocado Maduro, ¿qué sigue?
Transcurridos 30 días, se convocaría a elecciones presidenciales. ¿Quién ganaría la contienda entre los candidatos de la MUD? “No lo sé, pero muchos interpretan que quien asuma el poder va a quemarse en el cargo. Bien sea que gane Capriles, López, Machado o Falcón, tendrá que demostrar el temple necesario para mantener la gobernabilidad bajo un clima de mucha conflictividad. La gente no va a entender que el país no se puede enmendar en uno o dos años. En la mente del ciudadano común lo que opera es el deseo de soluciones inmediatas porque las necesidades son acuciantes”, sostiene el consultor político.
La idea de que alguno de los eventuales aspirantes a la Presidencia post revocatorio deje pasar la oportunidad por temor al costo político, es un escenario “que solo existe en los análisis de laboratorio, pero no en los análisis de la vida política real, que es dinámica y compleja. En política, cuando se presenta la oportunidad se decide en el momento si se toma o se pierde; y en este caso, la lógica lleva a reconocer que esta no es una oportunidad que se vaya a presentar más adelante”, argumenta Ramón Guillermo Aveledo, doctor en Ciencias Políticas. Quien ejerció durante cinco años la Secretaría Ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática, estima que una dirección política que dejara pasar la oportunidad de conducir el país tendría mucho que perder. “No veo factible que alguien tenga una idea como esa, esperar a que el barco se hunda; ningún político te dirá: «Ya va, déjame esperar»”.
Escenario 2:
¿Qué pasa si se realiza el revocatorio y la oposición lo pierde? Aunque es el escenario menos probable, en Venezuela es mejor no descartar ningún desenlace. “El apoyo político actual es 70%-30% a favor del cambio político. Sin embargo, pese al deterioro de todos los indicadores sociales y económicos, si el Gobierno logra vender la percepción de que está controlando la inseguridad -por ejemplo, con la muerte de El Picure y de El Topo-, y logra resolver mínimamente el abastecimiento de alimentos, podría reducir esa brecha”, argumenta el politólogo Nicmer Evans, dirigente del partido Marea Socialista.
“Hay dos escenarios que podrían darse el mismo día del revocatorio: que no votase más del 25% del padrón electoral, o que la MUD no lograse obtener los 7.587.580 votos que requiere para superar la votación con la que fue elegido Maduro. Si el Gobierno aplica una estrategia de intimidación y sabotaje el día del referendo, la posibilidad de que Maduro no pierda el revocatorio no estaría descartada”, apunta Ramírez, al tiempo que agrega que ante este escenario, la crisis no encontraría ninguna resolución por lo que la MUD podría activar otros mecanismos constitucionales como la Asamblea Nacional Constituyente.
Para Aveledo la situación está clara: “Si hay referendo, Maduro lo va a perder. El Gobierno ha promovido la tesis de que la oposición no podrá obtener los votos necesarios. La estrategia es colocar obstáculos que dificulten cada paso del proceso. ¿Qué cabe pensar? Que el Gobierno se pondrá más peligroso mientras más acorralado se vea, por ejemplo, con más violaciones a la Constitución, como la de restringir la función de censura de la Asamblea Nacional. La estrategia busca desalentar e intimidar a la gente para que crea que salir de este Gobierno es imposible; lo que sucede es que el descontento es mayor y la gente ha ido perdiendo el miedo”.
Escenario 3:
¿Qué pasa si el revocatorio se realiza luego del 10 de enero de 2017? En este escenario la oposición gana el revocatorio y sale Maduro del Poder Ejecutivo, pero los venezolanos podrían encontrarse frente a un vicepresidente sorpresa, designado a última hora para terminar el período. “La mayoría de las facciones que hacen vida dentro del chavismo coinciden en que debe realizarse el revocatorio, pero después del 10 de enero de 2017”, sostiene Evans. El dirigente de Marea Socialista argumenta que “no hay un solo oficialismo. No podemos dar por descontado que el vicepresidente actual será quien asuma la presidencia una vez revocado Maduro”. El mismo Nicolás Maduro fue un presidente “sobrevenido”. Evans apunta que hace tan solo unos años, las mediciones de liderazgo dentro del chavismo lo ubicaban en un 4to o 5to lugar, más de 50 puntos por debajo de Chávez y aun así llegó a la Presidencia. “Cuidado si nos salen con una sorpresa, por ejemplo, alguien de la vieja guardia chavista que ha estado fuera del radar”, deja colar Evans.
¿Cuáles son las facciones en pugna por la vicepresidencia?
De acuerdo con Evans, dentro del chavismo hay al menos siete grupos de poder. En primer lugar está el que encabezan Nicolás Maduro y Cilia Flores; en segundo se ubicaría la facción del 4F que lidera Diosdado Cabello; en tercer lugar estaría una facción que agrupa a figuras como Tareck El Aissami, Rafael Ramírez y Jorge Arreaza; la familia Chávez sería una cuarta facción; por el PSUV destacan dos figuras: el actual vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, y Jorge Rodríguez; la sexta facción estaría en manos del Frente Francisco de Miranda, con Elías Jaua a la cabeza; finalmente, se habla de la facción dominada por la nueva casta militar.
“En 4 de las 7 facciones hay consenso en que Maduro debe salir de la Presidencia; las tres que lo apoyan son la que pivota en torno a la figura presidencial; el Frente Francisco de Miranda, y la militar. Dentro de las otras cuatro están claros acerca de que la única forma en la que el chavismo mantenga el poder, es que el revocatorio se realice después del 10 de enero de 2017”, asegura Evans.
Escenario 4:
¿Qué pasa si, revocado Maduro después del 10 de enero, el nuevo Presidente convoca a elecciones anticipadas? Evans no descarta que el Presidente designado para la culminación del período, viendo que la conflictividad generada por la crisis económica y la presión política emanada de la inercia del revocatorio dificultan la gobernabilidad, se siente a negociar con la oposición que acaba de obtener el respaldo de casi 8 millones de venezolanos.
“Lo veo factible si la presión viene de varios factores: de la gente en la calle que acaba de revocar a Maduro; y de la Fuerza Armada que actúe para restaurar la legitimidad del Poder Ejecutivo”, apunta el politólogo.
Evans afirma que, en el caso de tratarse del vicepresidente actual, “una cosa es Aristóbulo como vicepresidente, entregado a Maduro como medio para mantenerse en el cargo, y otra es la limitada autonomía de alguien que ejerce el poder sin ninguna legitimidad electoral. Ante una situación de crispación absoluta, creo que Aristóbulo se vería obligado a dialogar con distintos factores políticos y sociales para concertar una solución, que podría ser la convocatoria a elecciones adelantadas”.
“Será imposible mantener la gobernabilidad en una situación económica y política tan precaria. Aquí, pase lo que pase, no puede seguir la confrontación como existe en este momento. Los problemas son tantos y tan graves que la sociedad no aguantaría un nuevo Presidente que no pueda dar resultados”, sostiene Aveledo.
Escenario 5:
¿Qué pasa si la crisis desborda la paciencia de la gente? Colas y más colas que, a diferencia de lo que pasaba hace unos meses, ya no garantizan que la gente consiga algún producto. Según el estudio de Venebarómetro de abril de 2016, 84% de los venezolanos percibe que la situación del país es muy negativa; indicador que se cruza con el 86,3% que afirma que compra “menos y mucha menos” comida.
“Lo que creo es que viene un tsunami que se llevará los cálculos políticos por delante. El Gobierno está siendo incapaz de dar respuesta a las demandas de los ciudadanos. Todos los días hay micro estallidos sociales; aún no son una red de protestas masivas y coordinadas; pero si se llegaran a organizar y le exigen al Gobierno que responda, el Ejecutivo no tendría cómo responder. Con lo único que puede responder el Gobierno ante una protesta popular es con represión”, argumenta Ramírez.
“La gente está desesperada por soluciones. Eso podría llevar a un escenario de mayor represión por parte del Gobierno, pero también a una situación que obligue a los actores a negociar. Sé que eso luce bastante complejo, pero debemos partir del tamaño de la crisis y no de la terquedad de los actores políticos. Creo que estamos más cerca de un desbordamiento social y de una posterior solución concertada, que del referendo revocatorio”, sostiene Ramírez.
Escenario 6:
¿Qué pasa si los militares actúan primero? Es un desenlace que, a la luz del poderío económico que la casta militar ha logrado acumular durante la última década, no es fácilmente descartable. Actualmente, 32% de los ministerios está en manos de militares activos o en condición de retiro. “Ya no es posible para Nicolás Maduro deshacerse de los militares, porque son los que tienen el control del poder en Venezuela”, afirmó en unaentrevista a Runrun.es la directora de la organización no gubernamental Control Ciudadano, Rocío San Miguel.
“Avanza matriz de Golpe de Estado articulada por el Gobierno. Que nadie se engañe, el país no quiere golpe, ese cuento solo le conviene al Gobierno”, dijo la experta en el tema militar a través de su cuenta de la red social Twitter.
A la pregunta: “¿Cuál es el rol que podrían jugar los militares en esta crisis?”, realizada por el diario chileno La Tercera al pensador alemán Heinz Dieterich, este respondió que: “Hoy día, la única fuerza que le queda a Maduro es la fracción militar que encabeza el general madurista Padrino López. Pero, la Fuerza Armada está dividida, con una segunda fracción que representa el general Rodríguez Torres, que quiere hacer un arreglo como el de Chávez en 2002/2003. En términos generales, los altos militares no quieren pagar los platos rotos (…). Cuando esto colapse, declararán el estado de sitio y convocarán a nuevas elecciones”.