La onda expansiva generada por la situación catastrófica de la economía de Venezuela se esparce por el Caribe e impacta a partes de América Central, además de a regiones colombianas fronterizas con esa nación.
Hace una década, el entonces presidente venezolano Hugo Chávez prometía compartir la riqueza petrolera por todo el continente y más allá, llegando a ofrecer gasolina subsidiada a Londres y a los pobres del noreste de Estados Unidos.
La irrigación de la prosperidad venezolana de ese entonces tuvo impactos distintos a lo largo de la región.
Pero hoy, muchas naciones latinoamericanas temen las consecuencias del desplome de una economía que, en otras épocas, fue la tabla de salvación de varios países y ahora padece una inflación desbocada y escasez de productos básicos que obliga a los venezolanos a hacer colas durante horas.