"Un candidato sin una buena comunicación política con los jóvenes está a las puertas de la derrota. Y un partido político que no despierta entusiasmo juvenil es un partido de futuro oscuro y riesgoso"
Buena parte de los partidos y candidatos de todo el mundo se quejan de sus dificultades para llegar a los jóvenes y persuadirlos con su mensaje.
Dicen que los jóvenes viven la política de otra manera (lo cual es cierto). Y que a los partidos políticos les cuesta mucho comunicarse con ese segmento joven de la sociedad. Que los candidatos son poco escuchados por ellos.
Todo rigurosamente cierto.
Pero al mismo tiempo candidatos y partidos perciben la importancia estratégica de lograr esa persuasión. No solo por el peso numérico del sector juvenil, lo cual traducido significa peso en votos. Sino también por su dinamismo y su capacidad de influencia sobre los demás.
Es simple: candidato que no llega a los jóvenes es seguramente candidato que pierde. Y partido político que no despierta entusiasmo juvenil es partido político condenado a decrecer y angostarse.
Por eso comparto contigo algunas recomendaciones para tocar timbre desde la política en el cerebro de los jóvenes. Tocar timbre y lograr que nos abran la puerta, claro:
No aparentes ser joven si no lo eres. Muéstrate de acuerdo a tu edad real, de lo contrario los jóvenes te van a rechazar.
No trates de mimetizarte con los jóvenes ni en el lenguaje ni en la ropa ni en el aspecto personal ni en el estilo de vida. Gánate el respeto por ser quien realmente eres.
Abre espacios de fuerte protagonismo juvenil en tu partido. Que ellos sean protagonistas con su propio estilo.
Escucha a los jóvenes de tu entorno. Dedícales tiempo y atención. Seguramente tienen mucho para decirte.
Olvida el bla bla bla de que los jóvenes son el futuro. Es cierto que lo son, pero en realidad ellos viven hoy. Sus problemas, sus necesidades y sus deseos son del presente más presente.
Estudia en profundidad cuales son los 2 o 3 problemas más importantes que viven los jóvenes de tu país-ciudad-región. Más importantes para ellos, no para tí.
Integra esos problemas juveniles a toda tu comunicación política. No son problemas “de los jóvenes”. Son problemas del país, de la región, de la ciudad, de todos.
Presenta soluciones para esos problemas, encarándolos desde la mirada propia de tu partido y tu candidatura.
Dale a la gente joven lugares de responsabilidad en tu partido, tu campaña, tu gobierno. No los confines a las “políticas juveniles”. Abre la cancha para que jueguen en las grandes ligas.
Algunos de tus voceros públicos deben ser jóvenes. No para hablar de los jóvenes o para los jóvenes, sino para ser tus voceros en todo tipo de temas y para todos los públicos.
Organiza eventos de campaña con una estética y una impronta joven.
Recuerda que la política tiene también una dimensión de espectáculo y de entretenimiento. Político que aburre fracasa. Y fracasa con todos los públicos, pero especialmente con los jóvenes.
La música debe tener un papel importante en tu campaña. No olvides que los jóvenes respiran música.
Colorido, movimiento, ritmo. El país gris aplana a los jóvenes. Ellos esperan que rompas esa grisura.
Poner en acción el cuerpo de los simpatizantes es vital. Acción: movidas, baile, deporte, caminatas, bicicleteadas, recorridas, juegos, competencias y mucha energía en movimiento.
Cambio. Change. Transformaciones. Renovación. Siempre hay algo que cambiar, que mejorar. Los jóvenes no te van a apoyar para que todo siga como está.
El humor es un arma de construcción masiva de simpatías. Que tu campaña lo tenga es un paso importante.
Necesitas un enemigo claro. Algo o alguien que sea un obstáculo en el desarrollo de tu país-ciudad-región. Algo o alguien hacia donde canalizar el espíritu crítico del electorado joven.
Cuida que la estética publicitaria de tu campaña, especialmente en radio, televisión y vía pública, pueda ser sintonizada por la sensibilidad juvenil.
Desarrolla parte importante de la campaña a través de medios como mensajes de texto, Twitter, Facebook, blogs y correo electrónico. Allí están ellos.
Al pautar publicidad en radio y televisión, presta especial atención a los programas de culto de los jóvenes.
Creatividad. Eso debe tener tu campaña. No se compra en la farmacia más cercana, pero es vital para llegar a un público que es creativo casi que por definición.
La vía pública es fundamental. Los jóvenes son los que más transitan la calle. Son activos, trabajan, estudian, hacen deportes, salen a bailar, se mueven, van y vienen. Debes tener cartelería notoria y creativa en esos espacios públicos por donde van y vienen.
Observa las marcas comerciales que en tu país-ciudad-región tienen más éxito entre los jóvenes. Observa y aprende. Y aplica.
Comparte este artículo con todos tus dirigentes, militantes y colaboradores. Se trata de una actitud que debe permear y atravesar toda tu estructura política y de campaña electoral.