Hoy Claudio me atrevo a replicarte. Sé que gozas en ese viejo mundo de los buenos periodistas venezolanos de suficiente fama por ser un excelente cronista, que juega a su antojo con el verbo y el humor, como el niño que lo hace con un juguete nuevo.
Vienes de la estirpe y eso hay que reconocerlo de excelentes hombres de la pluma, como lo fueron tus hermanos mayores Aquiles y Anibal Nazoa, junto a otros consagrados colegas periodistas como lo fueron, en aquel entonces, por ejemplo, Miguel Otero Silva, (el bueno) y mi querido y recordado profesor Sergio Antillano, entre otros, ya por desgracia difuntos.
De hecho se que manejas muy bien, sobre todo por tu larga experiencia, el periodismo sarcástico, el periodismo burlón, aquel que a lo largo de su escritura se traduce en un periodismo de gozo que incluso hace reír de manera irremediable.
Muchos, sobre todo quienes ejercemos hoy en día esta noble profesión, lo llamamos periodismo de opinión.
Por suerte y así lo reconozco, tuve el inmenso placer de conocer personalmente, hace unos 25 años atrás, a tu hermano Anibal, cuando en una oportunidad, en la sede del CNP-Zulia, nos dictó una charla a los estudiantes de periodismo de LUZ.
Nunca he olvidado cuando nos dijo entre otras cosas y en medio de una agradable tertulia y camaradería, que “ejercer el periodismo es apasionante, pero al mismo tiempo no dejaba de ser una profesión temeraria”.
Hoy, con el transcurrir de los años, y así lo entiendo, veo que en el seno de nuestra sociedad ha emergido una corriente peligrosa y violenta que se ampara en el periodismo mediático para buscar de nuevo ostentar el poder.
Desde luego, esa corriente sin sentimientos y dispuesta a todo, como hasta ahora así lo ha demostrado, se niega a darle paso a los nuevos cambios que nuestra república pisoteada y maltrecha por el tiempo trata de experimentar.
Lo que me da tristeza de todo esto es que parte de esta sociedad emergente, cargada de odio, rabia y frustración, cuenta con el apoyo de periodistas buenos como tú, Claudio.
Al parecer, y me disculpas si no es así, te acostumbraste al facilismo, al “bonche” y al whisky, que corría libremente como ríos en eso que llaman ahora cuarta república, a pesar que a un lado quedaba un pueblo noble, indefenso y olvidado, sin ninguna esperanza, dirección u orientación.
Eso es cierto Claudio, tu hermano Anibal lo advertía hace más de dos décadas atrás.
Ejercer el periodismo se ha puesto peligroso y no solo en Venezuela, sino en cualquier parte del mundo, sobre todo en México, donde todas las semanas de manera lamentable cae al menos un colega, solo por decir la verdad.
Asumir hoy el reto de criticar o señalar errores a quienes se niegan acatar las leyes y las disposiciones legales que contiene nuestra Constitución, como ocurre con la oposición, se ha constituido en un riesgo.
Recuerda cuántos colegas y no colegas han caído en estos últimos años bajo las manos criminales de esos grupos emergentes que se amparan en eso que llaman Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Criticas con fiereza en ese escrito que titulaste: “El hombre nuevo se muere”, a quienes apoyamos a la revolución.
Nos llamas de manera despectiva y arrecho, según dices, que somos comunistas malucos, irresponsables y destructores, mientras que nada expresas de aquellos asesinos que le quitaron la vida a decenas de compatriotas inocentes, entre ellos a varios militares, por el solo hecho de apoyar los cambios necesarios que demanda el país.
En tu escrito no mencionas para nada las quemas que grupos de desadaptados de la oposición han hecho de vehículos oficiales y de autobuses de pasajeros nuevos que el gobierno ha puesto a disposición del pueblo, y menos hablas de la creación de las nuevas universidades que rompieron con el odioso sistema que impedía poder ingresar a una universidad pública.
Cómo negar, sin embargo, mí estimado Claudio, que el país atraviesa por momentos difíciles y coyunturales. Cómo negar que muchos hospitales no cuenten con medicamentos, como tú lo denuncias.
Cómo pretender “tapar el sol con un dedo” cuando dices que han fallecidos alrededor de 166 niños recién nacidos en lo que va de año en la Maternidad Concepción Palacios por falta de insumos.
En fin, afirmas que “Venezuela hoy en día parece un país que atraviesa una posguerra, por toda vaina”.
No sé por qué lo haces Claudio, pero veo que no eres objetivo como lo fueron tus hermanos.
Señalas los males que afectan al país, pero insisto, nada dices del porqué se han originado, si antes se podía comprar, por ejemplo, lo que viniera en gana, sin ningún tipo de restricciones.
Pretendes hacer creer, con tu escrito bien fundamentado, que el gobierno es el único responsable de todas estas carencias y males que aquejan a los compatriotas venezolanos, cuando todo el mundo sabe que no es así.
No mencionas, por ejemplo, las políticas perversas que la ultraderecha venezolana, a la que tú defiendes con tanta pasión y ahínco, ha venido promoviendo desde que apareció el chavismo en escena, solo con la clara intención de dar con el traste de la revolución y ahora con el gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro.
Tal parece que para ti, al igual que para otros colegas que estimo mucho en Maracaibo, no existe la Guerra de 4ta. Generación, que promueve el Terrorismo de Estado de manera silenciosa el malvado gobierno de Estados Unidos en contra de los gobiernos progresistas, como ocurre hoy en día en Venezuela.
Cuan errado andas Claudio…la verdad absoluta de lo que pasa en Venezuela la saben todos los venezolanos. Por eso la mayoría sigue resteada con el proyecto que nos dejó el comandante Hugo Chávez.
Con la verdad, dice un dicho, ni temo ni ofendo, pero la oposición es la única responsable de que tus medicinas, de que el papel tóale y los insumos de uso personal, que nos traen las tras-nacionales, incluyendo algunos alimentos, no se consigan, todo por cumplir con una estrategia, con un mandado del imperio, que busca incomodar al ciudadano de a pie, para que deje de apoyar a la revolución.
Amigo Claudio, continúa con tus crónicas, pero hazlo objetivamente….habla siempre con la verdad. Asume que en estos 17 años que llevamos de revolución la oposición solo se ha dedicado a tratar de recuperar -a como dé lugar- el poder, aplicando acciones perversas que nunca antes nuestra sociedad las había experimentado.
Aún así, Claudio, te aseguro que todos aquellos que somos chavistas y revolucionarios de corazón y además por convicción, aún no estamos arrechos…porque de ser así “otro gallo cantaría”. Por ello te repito, cuan errado andas, Claudio… ….//….. italourdaneta@gmail.com