El periodismo se enfrenta, en pleno siglo XXI, con una búsqueda de su propia identidad; de su función en el “nuevo orden social” de esta aldea global.
La corriente mayoritaria cree que este periodismo debe apoyarse en las nuevas tecnologías, y en el breve mensaje de 140 caracteres de las redes sociales y en la imagen digital como irrefutable guardián de la verdad. Frente a esta concepción <tan válida como cualquier otra> nace un periodismo de largo aliento que rescata el relato y la crónica extensa. Un periodismo de alianzas: con la literatura, la historia, los relatos y con la realidad misma. Un periodismo de fogones y sabores frente al periodismo de gourmet de las redacciones uniformadas por la comunicación de agencias. Asi nace nuestra crónica de fogones y sabores; y entre fogones y sabores se destaca Willians Ojeda García.